Recuerdo que hubo muchas risas, muchos besos, muchos abrazos los cuales aún extraño, pero no había día que no dejáramos de pelear. El día que todo acabó me sentía devastada. Lloré hasta que se me secaron las lágrimas, y aun días después me sentía mal, pero entonces pensé ¿por qué lloro? Y la respuesta era porque te extrañaba, pero no te extrañaba a ti, extrañaba hablar con alguien siempre, salir con alguien cada fin de semana, tener a alguien a quien abrazar.
Nunca estuviste ahí cuando estaba triste, me veías llorar y sólo te alejabas, preferías hablar dulce con otras personas y conmigo sólo me hablabas normal, te quería pero me equivoqué cuando dije que te amaba, siempre tus frías palabras hacían que mi pecho doliera.
Fue ahí que entendí que no era feliz hasta que te fuiste, cuando aprendí a valorarme, aprendí a que aun sin ti la vida sigue. Y sí, tal vez te extraño, pero no a ti, si no a lo normal que se hacía en una relación, cosa puedo hacer con mis amigos, puedo hablar con ellos horas y horas, puedo salir a divertirme, inclusive cuando estoy triste sus abrazos son más cálidos que lo que eran los tuyos.
Te agradezco a ti amor, porque aprendí que todo pasa por una razón, que no siempre lo mejor que quedarse con alguien porque puedes estar con alguien por mucho tiempo y aun así no sentir amor.