3 entrenadores de perros galgos de New South Wales, Australia, fueron condenados a prisión, en un intento pionero por acabar con la crueldad animal. Los hombres fueron atrapados por las cámaras del programa de televisión local, Four Corners, que se emitió en febrero de 2015, y en el que se pudo ver cómo utilizaban animales vivos como carnadas para incentivar a sus perros a correr a toda velocidad.

John Cauchi, quién era el director con licencia de Boxhill Trial Track, una pista de carreras de galgos en el oeste de Sydney, fue condenado a 18 meses, con un período sin libertad condicional de 12 meses, por utilizar conejos como señuelos para los galgos. John y su hermano, Tony Cauchi, se declararon culpables de un total combinado de 15 delitos de crueldad animal graves. Sin embargo al segundo, le suspendieron la sentencia, también de 18 meses en la cárcel, debido a su discapacidad intelectual.

El tercer implicado en este terrible caso, es Ian Morgan. Un entrenador de 58 años que fue condenado a 12 meses de cárcel tras declararse culpable de un acto de crueldad hacia los animales. Morgan fue capturado por las cámaras ocultas en enero de 2015, utilizando un possum vivo (una especie de zarigüeya australiana) para entrenar a uno de sus perros. El possum murió desgarrado por los dientes del perro.

De más está decir que a los 3 hombres se les prohibió tener contacto con animales durante 20 años. Y que además, este es tan sólo el primer paso para demostrar que la crueldad animal no será tolerada por la comunidad, por la policía o por los tribunales.

Actualmente se está investigando a más 70 personas de New South Wales y otros estados de Australia, con tal de terminar para siempre con este tipo de abusos.
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