Atrévete a hacer lo que te gusta sin dejar que nadie se interponga, y enfrenta a los que te hacen llenarte de prejuicios y miedos.
Soy bailarina y vivo en un mundo rodeado de muchas contradicciones y estereotipos. Es una presión increíble tener este don de bailar, como supongo lo sienten las modelos, por ejemplo. Hablo de que para ser modelo hay que ser alta sin tacones, hay que tener la piel y el cutis perfectos, largas y bronceadas piernas, bonita cara y sobre todo ser delgada, definida y esbelta. Pero todos estos requerimientos no hacen más que dañarnos y hacernos creer que si no tenemos esto o lo otro no podemos llegar a ser quiénes queremos.
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@victpz
Cuando te involucras en el mundo de la danza, todavía sigue existiendo el mismo racismo en ciertas ocasiones. “Para bailar ballet del bueno hay que ser esto y lo otro. Esbelto, blanco, alto”, escuché algunas veces. Y si te pones a pensar, ¿has visto en alguna interpretación de obras famosas como el Cascanueces o el Cisne Negro alguna chica de color diferente o un poco más oscuro bailando? Muchos profesores denigran a alumnos por su raza u posición social. Y si tú eres parte de algún tipo de abuso de esa índole te invito a hacer lo que te gusta sin dejar que nadie se interponga y a enfrentar a los que te hacen llenarte de prejuicios y miedos. Esas personas solo disminuyen tu calidad de vida, no te enriquecen de arte ni te dejan nada nuevo y/o constructivo.
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@juhy
La gente cree que esa clase de cuestiones ya no pasan, que el racismo era cosa de la época nazista y que es un tema “sobrevalorado”, cuando la verdad es que hoy en día el racismo o discriminación de cualquier tipo se da más a flor de piel, porque la juventud no tiene escrúpulos, tacto ni sentido humanitario. Vivimos como en un rebaño de ovejas, siguiendo modas y cosas que a veces ni siquiera nos gustan; y lo peor es que nadie se pregunta por qué lo hace o que quiere hacer. La vida va más allá de estudiar, casarse y tener hijos: es encontrar una pasión, enriquecerte de las cosas buenas que quieres hacer y para las que trabajas.
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@andiiburgosc
Yo, por ejemplo, no tengo ninguna duda de que bailar es lo mío y soy buena en lo que hago, pero no tengo ninguna cualidad de bailarina. No soy demasiado alta ni estirada, mis pies son largos al igual que mis dedos, mi cabello es demasiado enrulado y la mayoría de las veces es difícil aplacarlo en un buen moño, soy delgada pero tengo “mucho músculo” y no soy “demasiado esbelta”. Sin embargo, a pesar de los obstáculos esa es mi pasión y soy buena en ello. De pequeña estudiaba música y tengo un oído muy agudo para reconocer cuentas y tiempo, por lo tanto, a pesar de los estereotipos soy quien quiero ser y no me acomplejo por ello. Ahora, para terminar, también es bien cierto que hay veces en las que querer no es siempre poder. Hay veces en que nos empeñamos demasiado en hacer una cosa u otra y luchamos demasiado contra la corriente, sin reconocer que tal vez son señales que nos indican que no estamos hechos para eso por lo que tanto peleamos y no nos corresponde. Es como querer cantar pero simplemente no tener voz para ello. Pelear mucho por algo no significa que eso cederá ante nosotros, y aunque a veces es un poco triste pensar de ese modo, es la cruda verdad. En algunas ocasiones “querer es poder”, pero en otras simplemente no.
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@ilyal
Sin embargo, eso no significa que tenemos que dejar de pelear por lo que queremos; es más una cuestión muy de “ser o no ser” eso que queremos ser. Porque mírenme aquí, después de sufrir de laberintitis (una condición o inflamación de los canales auditivos internos del oído medio, de la que tengo que cuidarme por el resto de mi vida), discriminación y una doble fractura y fisura en una pierna sigo bailando y escuchando música a todo dar, y me va muy bien.