Cortar las relaciones con algún miembro de tu familia nunca es fácil. Más si es con tu padre o madre, siempre te sientes un poco culpable y los demás miembros pueden llegar a juzgarte por no visitar o hablar con alguna de las personas que te dieron la vida, o ambas. Desafortunadamente, las personas tienden a criticar sin conocer las circunstancias ni el contexto, pero si tú tomaste esa difícil decisión, seguramente hay una buena causa para haberlo hecho.
Todos entendemos que los padres no son perfectos y nos han dicho hasta el cansancio que nadie les enseñó a ser papás. Sin embargo, hay algunos que no nacieron para ser padres; por lo tanto no cumplieron con sus obligaciones, como brindarle cariño y seguridad a los niños, entre muchísimas otras. Otros, simplemente no solo no tuvieron la capacidad de dar amor y orientar a sus hijos sino que por razones que solo ellos conocen, pudieron tratarlos mal y con desprecio. Cometieron grandes errores con las personas a las que ellos trajeron al mundo.
Nosotros te presentamos 5 razones por las cuales no deberías sentirte culpable de haber tomado esa decisión.
1. Estás haciendo lo correcto para ti
Alejarte no fue tu culpa, fueron las circunstancias y darte cuenta que para continuar con tu vida tenías que cortar algunas relaciones tóxicas que te impedían avanzar y ser feliz. Si tus padres nunca te brindaron cariño y solo fuiste una pesada carga para ellos, tomaste la mejor decisión.

2. No estás solo
Puede que al principio así lo sientas; que todos te dieron la espalda, pero recuerda que no eres la única persona que pasó por esto. Así como tú hay muchas personas que cortaron la relación con sus padres y ahora son adultos exitosos y felices. Tan fácil como buscar en internet para encontrar historias como la tuya o algunos consejos para salir adelante. Por supuesto, otros miembros de tu familia, amigos y pareja siempre estarán para ti.
Si aún necesitas conocer casos similares al tuyo para sentir que estás haciendo lo correcto existen grandes libros que hablan del tema como “Madres que no pueden amar” de Susan Forward. Un título realmente útil.

3. Sólo tú y ellos conocen realmente lo que pasó (o está pasando)
Nadie más que ustedes puede entenderlo. Otras personas pueden expresar sus opiniones pero no deberías dejar que te afecten, pues ellos no estuvieron dentro del problema.

4. Siempre vas a tener personas de tu lado
No todos van a lograr comprender la situación. Cuando existen rompimientos de relaciones entre padres e hijos, al principio todos en la familia tratan de ayudar a que vuelvan a conectarse pero si no lo logran, muchas veces los hijos son los juzgados por “ser malagradecidos y desconsiderados”. Pero siempre va a haber al menos una persona que va a pensar de manera más objetiva y se va a poner de tu lado.
También mereces ser querido y valorado, por lo que las personas que te quieren y que te dan estabilidad, siempre van a estar para ti y apoyándote.

5. Existe la probabilidad de que algún día les hables
Sí, a pesar de todo siempre queda alguna posibilidad de reconciliarse. Tiene que darse el momento adecuado y tus padres deben estar muy dispuestos a colaborar y tener una relación saludable. No todo el esfuerzo debe ser puesto por ti. Mantener los lazos familiares es una necesidad natural y si tu inicias el contacto no debes lamentarte por hacerlo, a fin de cuentas alguien tiene que dar el primer paso para comenzar de nuevo.

Recuerda que a pesar de todo nunca vas a estar solo y que nadie -ni siquiera las personas que te trajeron al mundo- tiene derecho a hacerte daño.