Cada día conocemos más noticias sobre animales que se suman a la larga lista de especies en peligro de extinción. Hoy se trata del delfín rosado, también conocido como delfín blanco chino (Sousa chinensis) quien se encuentra en grave riesgo a causa del proyecto de ampliación del aeropuerto Chek Lap de Hong Kong. Éste contempla la construcción de un nuevo puente a Macao, lo que según los expertos, dañaría mucho a la especie.
Los delfines rosados atraen a muchos turistas en China, en Hong Kong y en el Amazonas, donde se encuentra otra especie. Es un animal tan querido en Hong Kong, que se convirtió en la mascota oficial del país en 1997, cuando se celebró el retorno del territorio en manos de Gran Bretaña a China.
Pero ahora según algunas organizaciones conservacionistas, la construcción del puente llevaría a los delfines rosados a dejar las aguas de Hong Kong y a dirigirse a otras latitudes, en búsqueda de aguas más calmas.
“De alguna manera, los estamos empujando más y más cerca del acantilado. Si damos ese empujón final, se habrán ido para siempre”.
–Samuel Hung, presidente de la Sociedad de Conservación de los Delfines de Hong Kong–
Actualmente sólo quedan 60 delfines rosados en las costas de Hong Kong
Y la merma tiene varias causas: la pesca excesiva, la contaminación del medio ambiente (y la contaminación acústica) y, sobre todo, el aumento en el tráfico de transbordadores de alta velocidad. Ahora, si sumamos a esta ecuación la construcción del nuevo puente, claramente esos 60 delfines tendrían mejores opciones de lugares para vivir y se largarían de Hong Kong.
El año 2012 ya fue construido un puente que afectó bastante a la población de defines: una obra de 50 kilómetros que actualmente conecta Hong Kong con Macao. Desde ese momento, los expertos señalan que la situación de la especie ha empeorado en la zona.
A modo de compensación del daño que causaría al fondo marino la construcción del nuevo puente, el gobierno propuso la creación de un parque marino de 24 hectáreas al norte de la pista de aterrizaje. Sin embargo, los grupos conservacionistas señalan que dicho proyecto sólo será puesto en marcha para 2023 cuando, probablemente, la desaparición de los últimos 60 delfines ya sea un hecho.
Si los delfines deben emigrar de Hong Kong, esperamos que encuentren mejores aguas en donde se los respete como especie.