Es común que de repente los almuerzos se confundan en el refrigerador de la oficina. Sin embargo, cuando eso pasa a ser directamente un robo se debe hacer algo al respecto. Un hombre se dio cuenta de que una situación parecida ocurría en la cocina de su lugar de trabajo. Y lo que hizo no fue investigar quién era el ladrón para denunciarlo públicamente, sino dejar una nota que demostraba su compasión con aquella persona. Si todos hiciéramos gestos como este, el mundo sería mucho mejor de lo que es ahora:
Atención
La comida se ha estado perdiendo. Así que si estás teniendo problemas y no puedes pagar por alimento, deja un mensaje en mi carpeta que diga los días que trabajas y cuándo es tu almuerzo.
No necesitas decirme tu nombre, sólo los días que trabajas (y si tienes alguna alergia). Yo te traeré comida. Nadie debería robar para comer.
Ese tipo se merece un gran aplauso…
¿Qué te pareció? ¿Has presenciado algo similar?