Estamos acostumbrados a encontrarnos con gente sin hogar acompañada por perros. Lo más común es que estén a un lado de la vereda, cubiertos con mantas, comiendo un trozo de pan o pidiendo dinero en un pequeño tarro de café puesto en el pavimento. Si uno se fija en el comportamiento de los transeúntes, lo usual es que la mayoría desvíe la mirada y no los tome en cuenta. Evitan tener contacto con ellos. Eso puede ser por una razón muy sencilla: teniendo una mínima conversación podrían sentirse obligados a prestarles ayuda.

Una opinión que a veces se escucha sobre la gente sin hogar y sus perros es: “Qué irresponsable que tengan mascotas, ni siquiera son capaces de cuidarse a ellos mismos”. Puede ser un gato, un perro u otro animal, da igual, muchos piensan que al tenerlos consigo los hacen sufrir. Lo que no saben es que ellos también han sido apartados de la sociedad; si no fuera por esas personas nadie los cuidaría. Algún dueño anterior tuvo que haber sido cruel o irresponsable con esos perros, por eso ahora deben luchar día a día por sobrevivir.

Los únicos que se preocupan de los perros y gatos callejeros son la gente que vive en las calles: la gente sin hogar. Entre ellos se forma un vínculo único basado en la compañía. Son compasivos, cariñosos, se cuidan mutuamente y lo darían todo por el bienestar del otro. No tienen las barreras del mundo acomodado, viven sin privilegios, de igual a igual, por lo que su relación es totalmente sincera.

“Uno no se conoce a sí mismo hasta que atrapa el reflejo de otros ojos que no sean humanos”.
-Loren Eiseley-
Afortunadamente hay una organización que ha entendido esto y se preocupa de hacer algo por ellos. Pets of the Homeless se dedica a proveerles comida, cuidados veterinarios y hace esfuerzos de convencer a los refugios para que acepten a las personas acompañadas por sus mascotas. Las casas de acogida a la que puede ir la gente sin hogar a veces tienen reglas de no mascotas, lo que es un gran impedimento para que muchos entren. Sólo unos pocos decidirían abandonar a sus perros fieles para pasar una noche en comodidad.

Para los perros callejeros es fundamental tener compañía humana. En algunas ciudades pasan camiones recogiendo perros sin dueño para darles la inyección letal. Ese crimen se evita cuando los perros conviven con gente sin hogar. Ellos los protegen y los trabajadores municipales no tienen otra opción que dejarlos libres.

“No importa cuan poco dinero tengas y cuan pocas pertenencias tengas, el tener un perro te hace rico”.
–Louis Sabin-
Las personas sin hogar y los perros viven una misma realidad y ésta es ignorada. Y quizás es porque representa, en gran medida, la injusticia y frialdad de las civilizaciones modernas.
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